Muchos tenemos amigos Fotógrafos no profesionales que en algún momento se pueden ofrecer de buena voluntad en hacernos las fotos de nuestro gran día , sin embargo debemos de tener en cuenta sobre las repercusiones que nos pueda ocasionar ese favor de buena fe al permitir que tu amigo haga las fotos de tu boda . Algunas cosas pueden salir no tan bien para un fotógrafo que no es profesional e inclusive que los nervios le hagan jugar una mala pasada.
Un buen Fotógrafo profesional tiene la experiencia y tiene un ojo avizor a lo largo del día de tu maravilloso día. En un fotógrafo profesional puedes confiar al 100 % en su trabajo tanto por la profesionalidad como en la creatividad, un buen fotógrafo no copia, cada foto es diferente y única. El día de tu boda es un día para pasarlo bien y el hará que ese gran día lo disfrutes con esos recuerdos capturados. Tener un contrato firmado y muestras de su trabajo y de su profesionalidad es algo que no encontraras en un amigo fotógrafo no profesional, y recuerda que ese gran día es para no estropearlo, el fotógrafo profesional es el que te dirige el día de la boda y es el que sabe mejor que nadie las pose para hacer fotos extraordinarias. Confía en tu Fotógrafo profesional.